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contessa lidija”.
la condesa lidia.

centro ne era la contessa lidija ivanovna.
se trataba de una sociedad de mujeres feas, viejas y muy religiosas y de hombres inteligentes, sabios y ambiciosos.

— amico mio! — ripeteva lidija ivanovna.
–¡amigo mío! –repetía lidia ivanovna.

aleksej aleksandrovic e lidija ivanovna si scambiarono un’occhiata.
–alexey alejandrovich y lidia ivanovna cambiaron miradas expresivas.

— come si può essere indifferenti! — disse lidija ivanovna.
–¿cómo es posible ser indiferentes? –repuso en tono de recriminación lidia ivanovna.

— un uomo inestimabile — aveva ribattuto la contessa lidija ivanovna.
–¡es un hombre inapreciable! –concluyó lidia ivanovna.

lui adesso è sotto l’influenza della contessa lidija ivanovna.
«el» está ahora bajo la influencia de la condesa lidia ivanovna..

ivan ivanovic ragozov e la contessa lidija ivanovna con la signora stahl?
¿iván ivanovich ragozov, la condesa lidia ivanovna y la señora stal?

— ma cosa! per favore, non parlate della contessa lidija ivanovna.
–vamos, no hable mal de lidia ivanovna...

la contessa lidija ivanovna si coprì il viso con le mani e tacque un po’.
la condesa se cubrió el rostro con las manos y calló.

aleksej aleksandrovic acconsentì, e la contessa lidija ivanovna scrisse la seguente lettera in francese.
karenin consintió y lidia ivanovna escribió, en francés, la siguiente carta:

la contessa lidija ivanovna scriveva, di solito, due o tre biglietti al giorno ad aleksej aleksandrovic.
generalmente, la condesa enviaba dos o tres billetes al día a karenin.

ieri ha sentito una voce — disse la contessa lidija ivanovna, guardando stepan arkad’ic.
ayer oyó una voz –contestó la condesa lidia ivanovna, mirando a esteban arkadievich.

alle sue amicizie femminili, alla prima fra queste, la contessa lidija ivanovna, aleksej aleksandrovic non pensava.
la otra persona bien dispuesta hacia él, el médico, había acordado un pacto tácito con karenin: que los dos tenían mucho que hacer y no podían perder tiempo en bagatelas.

fuori era ancora giorno, ma nel piccolo salotto della contessa lidija ivanovna dalle tende abbassate erano già accese le luci.
todavía habían llegado pocos invitados, pero en el saloncito, con lindas cortinillas de labores afiligranadas, todas las lámparas estaban encendidas.

anna si sentiva umiliata, offesa, ma vedeva che, dal suo punto di vista, la contessa lidija ivanovna aveva ragione.
ana se sintió humillada y ofendida, pero reconocía que, desde su punto de vista, la condesa lidia ivanovna tenía razón.

la contessa lidija ivanovna lo guardò con entusiasmo, e lacrime di estasi le vennero agli occhi dinanzi alla grandezza dell’anima di lui.
la condesa lidia ivanovna le miró extasiado. lágrimas de admiración ante la grandeza de alma de aquel hombre asomaron a sus ojos.

io vedo in lui il cuore del padre e, con un cuore simile, un bambino non può essere cattivo — disse lidija ivanovna con entusiasmo.
yo encuentro en el niño el corazón de su padre, y con un corazón así no puede ser malo –dijo la condesa afectuosamente.

dopo alcune parole di preparazione, la contessa lidija ivanovna, respirando pesantemente e diventando rossa, consegnò nelle mani di aleksej aleksandrovic la lettera da lei ricevuta.
tras una palabras preparatorias, respirando con dificultad y ruborizándose, lidia ivanovna entregó a su amigo la carta que recibiera.

aleksej aleksandrovic le aveva chiuso la bocca, affermando con fermezza che sua moglie era al disopra di ogni sospetto; ma da allora aveva cercato di evitare la contessa lidija ivanovna.
alexey alejandrovich la interrumpió severamente, diciéndole que ana estaba por encima de todas las sospechas, y desde entonces evitó todo trato con lidia ivanovna.