Şunu aradınız:: homine (Latince - İspanyolca)

sol homine
hombre

pro deo et homine
para dios y el hombre

dies interpelat pro homine
el que calla, ni niega, ni admite nad

cave ab homine unius libri
paz

ab homine iniquo deus meus eripemeademás te
del yo malo

nihil est in homine divinius ratione.
nada es más divino en el hombre que la razón.

condelector enim legi dei secundum interiorem homine
porque según el hombre interior, me deleito en la ley de dios

omne bonum a deo, omne malum ah homine.
todo bien de dios, todo mal del hombre.

lex ab homine fit, ut homo eam implere possit
la ley la hace el hombre para que la cumpla el hombre

et iterum negavit cum iuramento quia non novi homine
y otra vez negó con juramento: --yo no conozco al hombre

ut eruaris de via mala ab homine qui perversa loquitu
te librará del mal camino, de los hombres que hablan perversidades

nisi quia dominus erat in nobis cum exsurgerent in nos homine
he aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos, y como los ojos de la sierva miran la mano de su ama, así nuestros ojos miran a jehovah, nuestro dios, hasta que tenga compasión de nosotros

dicebat autem quoniam quae de homine exeunt illa communicant homine
y decía: --lo que del hombre sale, eso contamina al hombre

quae autem procedunt de ore de corde exeunt et ea coinquinant homine
pero lo que sale de la boca viene del corazón, y eso contamina al hombre

ego autem non ab homine testimonium accipio sed haec dico ut vos salvi siti
pero yo no recibo el testimonio de parte del hombre; más bien, digo esto para que vosotros seáis salvos

noli foras ire, in te ipsum redi, in teriore homine habitat veritas
no vayas al exterior, vuelve hacia ti mismo, en el hobre interio está la verdad

noli foras ire, in te ipsum redi. in interiore homine habitat veritas.
no quieras al exterior ir, a ti mismo regresa. en el interior del hombre reside la verdad.

quia sic mihi fecit dominus in diebus quibus respexit auferre obprobrium meum inter homine
--así ha hecho conmigo el señor en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres